Una mujer de 96 años, Fidelia Vásquez Nuño, fue obligada a acudir en camilla a una sucursal de BBVA en Oaxaca para reactivar su pensión del ISSSTE. La suspensión de su pensión se debió a problemas con el registro biométrico, a pesar de que su familia presentó la documentación necesaria. "Nos pasan de oficina en oficina y nadie puede dar respuesta", dijo un familiar. La familia presentó una denuncia ante la CNDH, DDHPO y Condusef. Este caso pone de manifiesto la necesidad de una mayor sensibilidad por parte de las instituciones financieras hacia las personas mayores.
El banco exigió su presencia física a pesar de su estado de salud; familiares denuncian trato indigno ante autoridades y organismos de derechos human…
